miércoles, 22 de julio de 2009

.:: Somnus Ergo Sum ::.

Ilustración: Anna Mateuci Wo Ching --El sueño--
Sentía cómo las gotas de su alma descendían a su cuerpo tras el sueño y le provocaba (a veces por cansancio) perpetuarlo en la memoria; pero, siempre se borraba en aproximadamente cinco minutos. Sentía ella, cómo las gotas de su alma se alejaban de su cuerpo (cuerpo de carne y de pensamientos) hacia el universo que le proporcionaban los sueños. Ya no era una sensación, ya era una forma de vivir en otra parte donde sucedía algo fuera de agenda; fuera de plan, alejado de todo control de voluntad que se acercaba, siempre de distintas formas, hacia el mismo lugar, el lugar donde podía (sin querer) saciar un vacio que tenía en el mundo de la consciencia; lo que solemos llamar “mundo real”.Era insólito que en sus sueños observara todos los matices que no podía apreciar en otro plano con el detalle que deseara, las líneas felinas de los diversos colores que conforman el obturador de una mirada, el océano completo o la solemnidad de un gesto simple. Ella podía escuchar, las palabras que nunca esperó, las mismas que siempre anheló. Podía sentir lo que nunca había sentido; sentía que podía vivir.Y viva se desplaza en las impresiones más sublimes para descubrir sentir, con la certeza de que cinco minutos gloriosos (tomar un café en tiempo de sueños) podía equivaler casi media vuelta del planeta donde habita. Ella volverá ya pronto, pero siente que recordará cada palabra, la tibieza exacta y la humedad de un beso atemporal; el abrazo más delicioso, el olor más pretendido (y el color). Pero se siente un poco triste porque, ya fuera de su aquiescencia, sentía cómo las gotas de su alma descendían a su cuerpo tras el sueño y le provocaba (a veces por cansancio) perpetuarlo en la memoria; pero, siempre se borraba en aproximadamente cinco minutos.

1 comentarios:

Celeste dijo...

"Ella volverá ya pronto, pero siente que recordará cada palabra, la tibieza exacta y la humedad de un beso atemporal..."

Siempre hay una vuelta. Así se completan los círculos.

Te beso lo celeste de tus sueños.