domingo, 4 de octubre de 2009

Palabras por la muerte de Mercedes Sosa


“Yo voy andando y cantando que es mi modo de alumbrar.”
Mercedes Sosa.


Definitivamente la parte más difícil o triste de la muerte debe ser que obligatoriamente sea parte de la vida, porque nosotros los vivos, nunca sabremos de qué va excepto del profundo vacío que queda en el mundo; en la vida, tras su paso.
Hoy, domingo 4 de octubre de 2009 a las 5:15 a.m. Ha fallecido una de las personalidades más sublimes, amadas y brillantes de Latinoamérica. “La Negra” le llamarón a ella, cantora tucumana que alumbró nuestra vida con la mejor de las luces y el más elevado de los resplandores: el de la esperanza.
Se ha apagado el brillo de sus ojos, el timbre de su voz. Se ha ido Mercedes Sosa, pero nada podrá arrebatarnos ese legado de lucha, de soberanía y de amor.
Recuerdo que ella llegó a mi vida cuando contaba yo con muy pocos años de edad, nunca olvidaré que mi madre siempre encontró tonadas para arrullarme, animarme y mostrarme ese lado hermoso, artístico y creativo con el que contamos los habitantes del Sur.
Para mi sorpresa mientras crecía ella iba y venía por temporadas. Me hicieron falta muchas de sus tonadas en la adolescencia pero cuando ella faltó la recordé con gran admiración. Ya de grande, luchadora, irreverente rayando en la imprudencia, como soy, la convertí en parte de mi grito, de mi parecer, de mi lucha, de mis amigos más queridos. Nunca faltó oportunidad para entonar sus melodías en mi cotidianidad, desde las reuniones más fervorosas hasta el lavado de trastes; desde las manifestaciones políticas, hasta los despechos más patéticos, ella siempre estuvo ahí.
Hoy, domingo cuatro de octubre, me causa algo de molestia mi juventud porque nunca me permitió tener de cerca a semejante personalidad. Me queda de consuelo, al menos, que ella, de la misma manera que se acercó a todos los que han seguido su obra, se acercó a mi corazón como le fue posible: a través de su canto.
Todas las palabras que pueda transmitir bajo este enorme vacío, bajo el influjo de una profunda tristeza, no creo que sean muy ilustres ni de mucha utilidad, sólo recurro a este medio torpe para intentar hilvanar una dulce despedida, un hasta siempre para Mercedes Sosa. Para intentar abrazar a toda esa gente que sé, de algún modo “a mi lado” la extrañará.
Es mi forma de lograr un sueño realidad: Cantar con todos.
¡Hasta Siempre Mercedes! ¡Hasta Siempre Negra!

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