sábado, 23 de enero de 2010

.::Diálogos ¿con quién?::.



Como dirías tú: “abandonar las palabras y volver a la poesía” -obviando claro el detalle de que no lo dijiste así. (Y que no pienso escribir hoy poesía)
Me pregunto qué tan agradable se ha hecho para mí este vicio de pensar, que tanto daño me ha hecho y cuánto se prolongará esta noche de pensamientos rebote. Sí, esos pensamientos que ya pensé. Verás, esto del amor -supongo que es amor- no es como el álgebra, esto entre más se piensa menos se comprende. Uno va como acercándose noblemente a su idiotismo, porque pensar en estas cosas no tiene sentido, mucho menos si eres la clase de idiota que tiende a darle forma a estas cosas dejándolas por escrito.
“Abre tu corazón a mí, enséñame quién eres y seré tu esclavo.” La parte fácil es la del esclavo, pero déjame en paz, hoy en día quién demonios estaría dispuesto a regalar su corazón abierto y mostrar todo lo que es… Quién no se haría esclavo a cambio de semejante cosa.
¡Que se joda Bowie porque me ha engañado!
El amor ha cambiado. El amor ha cambiado tanto y no estoy vieja. El amor -creo que no conocí a ese tipo- resulta según no sé quién que es la cosa extraña que queda después del enamoramiento (si sobrevives a él). Y como sobrevivir a eso es virtualmente imposible, por una serie de factores vitales que no pienso enumerar porque es aún más absurdo, además lo he superado esta vez.

No me resulta familiar del todo este tipo que llaman amor.
Amor platónico, ya hace falta ponerte otro nombre porque tanto tiempo ha pasado desde que te inventaron que ya ni puedo saber (atribuyo esto a mi juventud) si tú eres el tipo del que estoy hablando, pero, no me queda más que conformarme contigo, seguir idealizando a este mundo tan normalmente anormal y saber aceptar que no tengo mucha pinta amor de consumar mi total esclavitud.

0 comentarios: